Gladio romano Hoja de acero y vaina roja con inserciones de metal chapado en latón, y funda de piel sintética en rojo o en negro.
Longitud total 84 cm
Longitud de la hoja 52 cm
La espada gladius no sólo fue la espada legionaria por excelencia, sino que también fue un emblema del poderío militar romano sólo comparable con el scutum.
Recuentos históricos nos hablan del terror que los demás pueblos sentían en el campo de batalla ante ésta formidable espada. Sin embargo, los Romanos no eran ajenos a este pavor, ellos mismos lo habían experimentado en el pasado tras enfrentarse contra los celtíberos, de quienes adoptaron y tomaron el arquetipo de la espada gladius. Un ejemplo de su efectividad lo obtenemos de los escritos de Livio, los cuales nos dan una imagen descriptiva y detallada del terror que los macedonios sufrían al ver las heridas infligidas en sus camaradas por los romanos.

No obstante, lo que hacía verdaderamente mortífera a la gladius radicaba en el hecho de que la misma era ideal para el estilo de combate compacto y altamente organizado en hileras de legionarios protegiéndose mutuamente con sus pesados escudos rectangulares de las legiones romanas. La gladius era una espada para ser utilizada en equipo, por una tropa disciplinada y obediente, cuyo ataque rápido y devastador daba una ventaja sin igual. La gladius no fue tan solo una mera espada, sino que también fue el reflejo de una época, la época dorada de las legiones romanas. Como hemos dicho, era una pieza de armamento que debía ser utilizada por una tropa obediente y que mantuviese las formaciones compactas y organizadas a toda costa, de lo contrario su efectividad, si bien útil, se reducía en gran medida. Esto hace que no nos sorprenda el que la gladius fuese reemplazada con la spatha cuando el caos sumió a Roma durante la época imperial tardía, período en el que las legiones no poseían la organización y disciplina de antaño.
Orígenes
Los romanos no inventaron la espada gladius, sino que, al igual que con sus dioses, la adoptaron de otro pueblo. Esto ocurrió en el siglo 3 a. C., en pleno fulgor de la Guerra Púnica, cuando las tropas de mercenarios de Hispania, comandadas por Aníbal Barca, lograron hacer tales estragos en las filas Romanas que varios legionarios se negaron a continuar luchando.
Esta espada ofrecía un tipo de combate totalmente diferente al visto hasta el momento. Era ideal para formaciones compactas y cerradas de ataque frontal -algo que a los Romanos les agradaba- y a su vez era óptima cuando se utilizaba en conjunto con los formidables escudos portados por los legionarios. Su utilización no sólo era eficiente en el ataque de penetración y perforación, ataque para el que esta espada fue creada, sino que también era una excelente espada de corte cuyo doble filo daba una ventaja sin igual. Estas y otras razones fueron más que suficientes para que los ejércitos de la Urbe las adoptaran sin dudarlo.
Variantes de gladius
Actualmente se consideran cuatro tipos, o variantes, base de gladius:

- La gladius Hispaniensis -la más antigua y heredera directa de las espadas portadas por los Celtíberos-
- La gladius Mainz -Maguncia- sucesora de la Hispaniensis y ya diseñada y adaptada por los romanos como espada propia.
- La gladius Fulham
- La gladius Pompeii o pompeyana.
Los nombres, o denominaciones, de cada variante de la espada gladius, por cuestiones obvias, no son idénticos a los utilizados por los romanos en su tiempo, los cuales de hecho hoy desconocemos salvo por el de Hispaniensis. Cada tipo de gladius fue nombrado a partir del lugar geográfico en el cual los arqueólogos hallaron el primer espécimen de cada variante.
Durante muchas décadas algunos estudiosos llegaron a creer que las variantes Mainz e Hispaniensis eran en realidad el mismo tipo de espada, sólo que con simples variaciones en la hoja. Sin embargo, actualmente esta idea ha sido descartada y se ha concluido que la Mainz es sucesora a la Hispaniensis, y una evolución en el tiempo de esta última. Es decir, si bien la variante Mainz fue basada en la Hispaniensis, sus elementos y forma son claramente propios de Roma y sus necesidades bélicas.
Etimología
La palabra gladius nos trae a la mente a los gladiadores. No obstante, esta espada no tiene nada que ver con estos combatientes. En el combate los gladiadores utilizaban unas largas dagas de unos 30 centímetros de longitud. Gladius, en la lengua latina, significa ni más ni menos que espada. Mucha gente suele confundir conceptos e interpretar la palabra «gladius» como «gladiador». Pero gladiador significa simplemente «espadachín».
También suele existir una curiosa confusión con los gladíolos, cuya flor asemeja pequeñas espadas. Gladíolo -gladiolus- significa en latín «espadita» y obtiene este nombre por la peculiar forma de sus hojas puntiagudas.
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